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E-SPORTS

 

El Equipo

Los e-sport o deportes electrónicos están en el centro del debate actualmente en torno a la propuesta de implementar competiciones de estas actividades en las escuelas.

Los defensores de este proyecto argumentan que dada la aceptación de estos videojuegos por la población, lo mejor es aprovecharlo para darles un sentido educativo. Sin embargo, en una población como la nuestra donde el sobrepeso y la obesidad infantil alcanzan tasas de hasta el 42%, fomentar la práctica de una actividad sedentaria que muchos de nuestros jóvenes ya realizan fuera del horario escolar puede que no sea la mejor opción. Sobre todo cuando los beneficios que se obtendrían con dicha actividad son superados ampliamente por los que aporta la realización de ejercicio físico convencional, sin pantallas de por medio.

La OMS recomienda un mínimo de 60 minutos al día de actividad física de intensidad moderada o vigorosa para los niños entre 5 y 17 años por sus efectos beneficiosos en el desarrollo del aparato locomotor, cardiovascular, la coordinación y el control del peso y de la composición corporal. Además también plantea que la actividad física regular contribuye al desarrollo y la integración social en la infancia, así como la adopción con mayor facilidad de otros comportamientos saludables como evitar el tabaco, el alcohol y las drogas, mejorando el rendimiento escolar.

Aunque es verdad que con los e-sport se pueden lograr alguno de estos objetivos, parece que queda claro que la actividad física en las escuelas conlleva más y mejores beneficios, por lo que a la hora de apostar por un cambio, se debería plantear si un aumento de las horas de educación física no sería más prioritario. En la actualidad, la mayoría de planes educativos solo contemplan 2-3 horas semanales de actividad física reglada en los colegios, por lo que falta mucho para que los centro educativos cubran esas necesidades en los más pequeños.
http://www.who.int/dietphysicalactivity/factsheet_young_people/es/

Es cierto que hay que adaptarse a los cambios que la sociedad solicita, pero dado el alto índice de adicción a los videojuegos (la OMS estima un 3% en jóvenes y lo ha añadido recientemente como un tipo concreto de adicción) es necesario replantearse de qué forma enseñar a los alumnos a relacionarse con estas tecnologías. Puede que transmitir que los e-sport son otro tipo de deporte más no sea lo más recomendable, aunque la definición de qué es o qué no es un deporte incluya esa posibilidad.

Diversos estudios relacionan el aumento de grasa abdominal en niños con el mayor uso de videojuegos antes de dormir tanto por la disminución de la calidad del sueño como por la ingesta de bebidas azucaradas que en muchas ocasiones acompaña a esta actividad.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28320073
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28462567

Somos conscientes de que no todos los videojuegos son iguales y creemos que existen muchos que pueden jugar cierto rol positivo en el desarrollo de nuestros niños. No solo en el plano físico, sino también de ciertos aspectos como el razonamiento lógico o la agilidad mental, mientras se entretienen de una forma diferente. No obstante, dado que la recomendación general es no emplear más de una hora al día con este tipo de dispositivos, no parece preferente utilizar tiempo escolar con este propósito, por lo que consideramos necesario mantener la recomendación de priorizar la realización de deporte tradicional antes que los e-sport.

Otros estudios han relacionado el menor tiempo de uso de pantallas y la mayor frecuencia de actividad física con un menor riesgo de presentar problemas de salud mental en adolescentes. Por tanto, aunque los e-sport puedan promover buenos valores, similares incluso a los que se transmiten con el deporte tradicional, conlleva una mayor exposición a las pantallas en un contexto, el colegio, en el que no debería ser la norma.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/29698499

En conclusión, por mucho que actualmente en la sociedad los llamados e-sport estén ganando seguidores entre los más jóvenes, desde ACIP y otras sociedades científicas vinculadas a la salud pediátrica, consideramos que la introducción de dicha actividad en las escuelas no debería ser una prioridad. Vemos más importante continuar mejorando la promoción de actividad física real, hasta asegurar un nivel mínimo de ejercicio físico y hábitos de vida saludables según las recomendaciones de la organización mundial de la salud.

Es necesario sentar las bases de una vida sana y centrar nuestros esfuerzos en conseguir que esas ideas estén lo más presente posible en el día a día de nuestros niños.