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CRIPTORQUIDIA

 

 

La criptorquidia, o también denominada de forma más amplia “maldescenso testicular”, es la ausencia de testículo/s en el escroto. Su aparición es relativamente frecuente, y se diagnostica en aproximadamente un 1-4% de niños nacidos a término y hasta un 45% de niños nacidos con prematuridad. En la mayoría de los pacientes se completa el descenso de forma natural en los 6 primeros meses de vida, siendo excepcional que persista más allá del año de edad.

Existen diversas localizaciones para un testículo que no se encuentra en la bolsa escrotal:

 * Testículo en ascensor: es aquel testículo que sube y baja con facilidad de la bolsa escrotal. No requiere tratamiento, tan sólo seguimiento anual.

 * Testículo retráctil: es un testículo que se encuentra permanentemente fuera del escroto, pero se puede reducir de forma manual, aunque si se suelta abandona de nuevo la bolsa.

 * Criptorquidia: es el testículo situado permanentemente fuera del escroto en algún lugar del trayecto abdomino-escrotal y que no es posible de reducir a su lugar de forma manual.

 * Testículo ectópico: testículo localizado fuera del trayecto abdómino-inguino-escrotal.

 * Anorquia: ausencia real del testículo (uni o bilateral). 

¿Por qué se produce?

El testículo se origina a nivel abdominal y durante el desarrollo embrionario va descendiendo hasta alojarse en la bolsa escrotal. El mecanismo que regula el descenso del testículo es multifactorial, estando implicados factores genéticos, hormonales y mecánicos. Alteraciones a cualquiera de esos niveles puede influir en el normal desarrollo testicular.

¿Por qué es importante detectarlo?

Su importancia radica en las complicaciones derivadas de la presencia del/los testículos a nivel inguinal o abdominal: torsión testicular, infertilidad a largo plazo e incremento del riesgo de desarrollar tumores testiculares.   

¿Cómo se trata?

El tratamiento de elección es la cirugía. Se lleva a cabo una técnica denominada “orquidopexia”. Idealmente, se recomienda derivación a una unidad quirúrgica especializada en el manejo de la criptorquidia si ésta persiste a los 6 meses de edad. Se recomienda que la cirugía se realice entre los 12-18m de edad y, en cualquier caso, no más allá de los 2 años de edad, con la finalidad de preservar la fertilidad y disminuir las posibilidades de malignización. Durante muchos años se ha valorado la terapia hormonal como alternativa a la cirugía pero, a día de hoy, no ha demostrado ser tan eficaz.