Pin It

 

Crecimiento

                                                                                               

El crecimiento es el proceso biológico por el cual un organismo aumenta de masa y tamaño, a la vez que experimenta una serie de cambios morfológicos y funcionales hasta adquirir las características propias del estado adulto.

El crecimiento en longitud se inicia en el embarazo y, tras el nacimiento, éste prosigue a lo largo de la infancia y adolescencia de un modo no lineal hasta el momento en el que se fusionan los cartílagos de crecimiento (zona en los extremos de los huesos largos que permiten que estos crezcan). Es un proceso complejo, en el que interactúan factores genéticos y ambientales.

Para que un@ niñ@ llegue a alcanzar su potencial genético de crecimiento, es imprescindible que todos los factores implicados en el desarrollo sean adecuados: nutrición, entorno psicosocial, medio interno, estructuras físicas, mecanismos biológicos de regulación, etc. Por esta razón, el crecimiento constituye un indicador sensible del estado de salud y bienestar de nuestros menores y forma parte de todos los programas de prevención infantiles.

La valoración de la talla se realiza utilizando unas tablas de crecimiento basadas en la población de referencia, donde se sitúa al niño según corresponda según su edad y sexo. Como se puede imaginar, la preocupación por la talla es un motivo de consulta muy frecuente en pediatría. Los motivos de derivación al endocrinólogo pueden ser varios:

Desde una talla inferior al percentil 3 (<p3) para edad y sexo del paciente, a una estatura que, estando dentro de lo normal para la población a la que pertenece, es muy inferior a su talla diana (talla esperable en relación con la talla de los progenitores) o una velocidad de crecimiento inferior al percentil 25 para su edad y sexo mantenida en el tiempo.

Las causas de talla baja pueden ser muy variadas. Las más frecuentes son la talla baja familiar y el retraso constitucional de crecimiento y desarrollo:

·        Talla baja familiar: existen antecedentes de talla baja en al menos uno de los progenitores. La velocidad de crecimiento durante la infancia suele ser normal, la edad ósea suele estar acorde a la edad cronológica y el inicio de la pubertad suele ser normal. La talla adulta será normal-baja, acorde a la altura parental.

·        Retraso constitucional del crecimiento y desarrollo: El crecimiento es normal durante la primera infancia, pero se ralentiza progresivamente debido a un desarrollo puberal más tardío que la media de la población de referencia. En el 80-90% de los casos alcanzan una talla adulta final acorde a su talla diana.

 

Aproximación al niño con talla baja

Ante un niñ@ con talla baja lo primero que se debe hacer es evaluar su peso y la talla y, si es posible, la velocidad a la que ha estado creciendo los últimos meses (idealmente los últimos 3-6 meses). Es importante extrapolarlos a unas tablas de percentiles validadas.

Otros estudios de primer nivel que se suelen hacer son la valoración del grado de maduración ósea (media de una radiografía de mano y muñeca izquierdas) y analítica sanguínea que descarte la presencia de alteraciones en el normal funcionamiento del organismo, así como enfermedades concretas como el hipotiroidismo, la enfermedad celiaca y otras enfermedades que pudieran alterar la normal absorción de los alimentos. Si se constataran alteraciones en algunos de los parámetros de la exploración física o las analíticas, se realizarán pruebas más específicas buscando patologías concretas. Una de las más frecuentes son los test que valorar la secreción de la hormona de crecimiento.

Tratamiento


La talla baja no es una enfermedad, sino un síntoma. El tratamiento consistirá en la mayor parte de los casos en aportar al niño y a sus padres una información adecuada sobre las expectativas del crecimiento, así como realizar un seguimiento clínico y/o analítico en caso de que fuera necesario. En aquellos casos en los que se identifique alguna alteración que justifique el bajo crecimiento, se realizará un tratamiento dirigido hacia esa enfermedad.

El tratamiento con hormona del crecimiento no es necesario, por tanto, en todos los casos de niños con talla baja. En España, su uso está autorizado para determinados casos: déficit de hormona de crecimiento, síndrome de Turner, síndrome de Prader-Willy, niñ@s con crecimiento intrauterino retardado que no han alcanzado una talla superior al percentil 3 poblacional a los 4 años de edad, niñ@s con insuficiencia renal y niñ@s con alteraciones en el gen SHOX.

En el siguiente link podrán encontrar las tablas de crecimiento publicadas para población española más utilizadas en las consultas pediátricas nacionales, así como las gráficas publicadas por la OMS:

https://www.estudiosdecrecimiento.es/ 

https://www.who.int/childgrowth/standards/es/

También pueden consultar el grado de crecimiento de sus hij@s utilizando la app realizada por el grupo de endocrinología del Hospital Vall d´Hebron de Barcelona con sus nuevas curvas de crecimiento:

http://www.millennialsgrowth.com/